El 24 de diciembre, mientras muchas familias estaban festejando, los parientes de cuatro niños afroecuatorianos de Guayaquil entre 11 y 15 años, aguardaban la aceptación de una acción de habeas corpus, que sería confirmada en la noche de Navidad, declarando la desaparición forzada, después de 16 días de la aprehensión violenta por militares de las