Que las y los latinoamericanos nos movilicemos para lograr mejores condiciones de vida no es ninguna novedad. Desde las rebeliones de Túpac Amaru, pasando por las gestas independentistas de principios del siglo XIX, y hasta los momentos insurreccionales de las décadas del `60 y `70, nuestros pueblos siempre han estado en lucha y organización permanente.