Changuinola arde y no olvida lo que sucedió en el 2010

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Demandas de la huelga en Panamá 2025

Derogación de la Ley 462 sobre la Caja de Seguro Social (CSS)
Rechazo a la presencia militar estadounidense y defensa de la soberanía
Oposición a la reapertura de la mina de cobre en Donoso (Colón)
Rechazo a la construcción del embalse en río Indio
Criminalización de la protesta social y censura periodística

Desde que se inició la huelga convocada por los docentes y a la que se unieron los trabajadores bananeros, padres y madres de familia, comunidad en general en abril pasado, se procedieron a cerrar varios puntos durante las 24 horas en la ciudad de Changuinola, como medida de presión, solo dejando pasar ambulancias, los carros del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados Nacionales IDAAN, camiones con suministros de comida, entre otros de urgencia. Por mencionar algunos: finca 66, finca 13, finca 11, frente al MOP, en Guabito, en las 30. Después se dieron aperturas con horarios. A los que también se sumaron otros sitios en los poblados a lo largo de toda la carretera en Bocas del Toro. Durante todo ese tiempo se seguía a la expectativa como iba desarrollándose la huelga a nivel nacional y los pronunciamientos del Presidente José Raúl Mulino. 

La ciudad de Changuinola es la más grande y poblada de la provincia de Bocas del Toro, con más de 31,000 habitantes según el censo de 2010. Es conocida como el centro bananero de la región, ya que la economía local gira en torno a la producción y exportación de banano, actividad que ha sido fundamental desde principios del siglo XX.

Además, se oían rumores, en diferentes momentos, de posibles incursiones de los estamentos de seguridad y cada vez los huelguistas en Changuinola se preparaban más ante esta situación. En los bastiones de lucha se armaron botiquines, se hacía café, ollas comunes en la medida de lo posible mediante colectas de dinero y cada quien llevaba su mochila con implementos para protegerse de los gases y enfrentar a los antimotines.

Pero había algo que quedó imborrable en la memoria colectiva del pueblo de Changuinola y fue la masacre que ordenó, quien hoy es el Presidente de Panamá, en el 2010, contra los pobladores de esta ciudad, cuando fue ministro de seguridad en el mandato de Martinelli, ya que luchaban contra la llamada Ley Chorizo.  Se escuchaba en las calles: “Donde entren aquí no la van a sacar”, “que se atrevan a venir”, “que toquen a alguien de los manifestantes”. Es algo innegable que estaba ahí guardado esperando salir para vengar la memoria de los asesinados aquella vez: Antonio Smith y Virgilio Castillo, los centenares de lisiados en sus ojos y heridos con perdigones. Esto sumado a las décadas de abandono, discriminación, humillación, miseria, pobreza multidimensional sobretodo en la comarca Ngäbe Buglé en materia de salud, educación, empleo y desarrollo real, no programas ni subsidios estatales de solución temporal. Además, las soberbias, déspotas y burlescas palabras cada jueves del presidente Mulino contra los huelguistas, de igual manera, las medidas arbitrarias del contralor junto a la ministra de educación de secuestrar salarios, amenazas de despidos, colocar a docentes en licencias sin sueldos y nombrar reemplazos. Y para terminar de completar, el arresto traicionero del dirigente sindical de las bananeras, Francisco Smith, de quien el gobierno solo quería la firma de la nueva ley bananera y también se ha ordenado el arresto de 9 dirigentes bananeros acusados del delito contra la administración de justicia (apología del delito). Por su parte, la empresa bananera Chiquita Brands despide a más de 5 mil trabajadores bananeros al considerar ilegal la huelga y a la que un tribunal de trabajo avaló.

El jueves 19 de junio permanecía cerrado, como días anteriores, el puente de Changuinola y finca 13 por los docentes y padres y madres de familia. Y ese día se desató lo que llevaba mucho tiempo latente. Se dan los enfrentamientos, hay un secuestro de un Senafront, se libera como canje de detenidos de otros 6 manifestantes. La represión es fuerte en el área de Empalme, sobre todo porque allí se encuentra el estadio Kelvin Byron y ahí se apostaron unidades policiales para salir a reprimir y disparar. Los manifestantes sumamente molestos arremeten, por lo que termina en algunas infraestructuras quemadas. A pesar, de las declaraciones del ministro de seguridad, Frank Ábrego, de que las unidades salen desarmadas, las imágenes y videos de lugareños y de medios alternativos indican a todas luces otra realidad de la mencionada, múltiples heridos con perdigones.

Por otro lado, al observarse que desde el aeropuerto Manuel Niño de Changuinola llegan equipos y personal de los UCM, más fue acrecentándose el enojo, que personas entran y se toman el aeropuerto, haciendo retroceder a dichas unidades. Sumado a ello, la toma de las instalaciones de Chiquita, un bus que fue exhibido como trofeo y luego quemado, la destrucción de oficinas de instituciones estatales como la de la agencia de la Caja del Seguro Social y la Dirección de Investigación Judicial (DIJ). Además de la quema de carros estatales de éstas y del municipio de Changuinola y robos a comercios en Plaza Changuinola. Todo lo que represente al gobierno es tomado y destruido.

El viernes 20 y sábado 21 de junio continúan los enfrentamientos cerca del aeropuerto y en finca 11, más con el anunciado estado de urgencia decretado para Bocas del Toro y el corte de toda señal de conexión de las telecomunicaciones que durará por el momento 5 días, que podrían extenderse. Además, el viernes 20 no hubo agua, ha regresado con baja presión. También han estado tirando gases lacrimógenos en barriadas sin tomar en cuenta que no están participando directamente como la 4 de abril y finca 6. Durante el día ha estado sobrevolando muy cerca de las barriadas helicópteros tipo militar como si estuviera vigilando o amedrentando a la población. Hasta el momento se reporta un herido de la policía y heridos por parte de los manifestantes. Nadie se atreve ir a los hospitales con temor a ser apresado/a. También existe temor en la población con la suspensión de garantías constitucionales de que esto abra las puertas para que las unidades policiales puedan cometer abiertamente sin cuestionamientos violaciones a los derechos humanos, sobretodo contra los dirigentes docentes, bananeros y quien se esté manifestando legítimamente contra las medidas antipopulares gubernamentales ya sabidas.

Por: Dania Batista Guevara. Radio Temblor Internacional

Fotografías: Juan Cajar

Last modified: 22/06/2025

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