“En este número de Biodiversidad, ese futuro, nuestras niñas y niños, se plantan en la tierra y piden la palabra. Son ahora quienes comienzan a hacer propuestas para asentar el paso entre los huecos de la incertidumbre. Su fuerza nos asombrará, en su mirada camina la vida”.
| Hoy la niñez ya no autogestiona la infancia como antes, cuando podía deambular por prados y bosques, estanques o riachuelos, por el monte de regreso o ida a los quehaceres de la casa. Cuando se cruzaba el barrio donde se podía jugar en la calle, donde la seguridad era un asunto político resuelto por la convivencia y las buenas relaciones entre las familias, los ámbitos de comunidad, las fiestas y encuentros. Donde las conversaciones o los contactos entre niñas, niños y personas adultas, muchachas y muchachos incluidos, no entrañaban las zozobras de ahora.  Era un mundo que se basaba en la confianza, y la incertidumbre casi no estaba teñida de miedo. Podían ocurrir accidentes y hasta desastres, pero el miedo no era la moneda de cambio. En el mundo actual se instauró la zozobra. En muchas comunidades los acaparamientos de tierra son súbitos, y la gente tiene que abandonar su vida, no la tierra. Y moverse a ciudades o campos de labor. Y los menores cambian de vida también. DESCARGÁ LA REVISTA AQUÍ Te invitamos a recorrer en este número las voces de jóvenes y niñes que luchan por la Soberanía Alimentaria desde Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Paraguay.  | 
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Tomado de: biodiversidadla.org
Last modified: 03/12/2022
