En este folclórico país nuestro, donde impera la farsa y la demagogia, es muy común que la mayoría del electorado, cada quinquenio, compre y haga suyas promesas utópicas, que el ganador jamás tuvo en mente cumplir, vivencia personal acumulada antes de 1968 y en el período 1990-2017. Salvo rarísimas excepciones, como la del gran estadista …