Luego que el cardenal Angelo Amato leyera la Carta Apostólica, en la que destacó como modelo de santidad en su pastoral al Obispo Mártir, monseñor Romero fue declarado beato en la Plaza El Salvador del Mundo este sábado 23 de mayo.
Romero entrego su vida por la de su pueblo, este hecho fue reconocido por el Cardenal Vincenzo Paglia al momento de leer la biografía del nuevo beato.
A partir de esta ceremonia se celebra su fiesta el 24 de marzo día en que nació para el cielo.
Romero fue asesinado el 24 de marzo, cuando oficiaba una misa en capilla del hospitalito de la Divina Providencia.
Romero, dice algunos de sus biógrafos, era un arzobispo conservador, pero dio un giro en su prédica con el asesinato del Padre Jesuita, Rutilio Grande junto a dos miembros de la iglesia en el Paisnal, Aguilares, en marzo de 1977.
Monseñor Romero, luego de consultar con el clero, toma la decisión de no asistir más a ningún evento del gobierno mientras no investigaran este crimen y en protesta realiza solo una misa única en Catedral metropolitana, como signo de unidad de la iglesia y comienza su pastoral profética.
Monseñor Romero toma un protagonismo al servicio de la justicia y la reconciliación del país, mediador en muchas ocasiones siempre buscó una solución pacífica para el país.
Diversos análisis sobre la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, dan cuenta, que es el primer beato de América e inédito en su martirio; porque su muerte es la única que se sucedió cuando celebraba la eucaristía, de tres documentadas en la historia del cristianismo católico.
Monseñor Romero fue elevado a los altares por vía del martirio, que se constituye en el milagro mismo de su beatificación y formará parte de los mártires contemporáneos de la Iglesia Católica.
El Proceso de Beatificación de Monseñor Romero, inició el 24 de marzo de 1990, bajo instrucción de Monseñor Arturo Rivera y Damas, quien manda la apertura del proceso diocesano para introducir la causa de beatificación. La investigación culminó el 1o de noviembre de 1996, y es enviada al Vaticano en Roma, para que el 4 de julio de 1997, aceptaran en la Santa Sede, como válida la solicitud.
El expediente de Monseñor Romero ingresó la Congregación para la Causa de los Santos en el año 2000, que lo transfirió a la Congregación para la Doctrina de la Fe, para realizar un análisis exhaustivo de sus homilías y escritos durante su pastoral. En ese entonces, la congregación la dirigía el Cardenal Joseph Ratzinger que posterior a este cargo asumió, su papado como Benedicto XVI.
La Causa de Monseñor Romero como Beato de la Iglesia se estanca en el año 1997, por un bloqueo de clérigos conservadores, así como presiones de sectores conservadores del poder económico y políticos del país. No obstante, la causa se activó nuevamente por expresa decisión del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, quién asumió el 13 de marzo de 2013, el nombre del Papa Francisco I.
El postulador de la causa de Monseñor Romero en el Vaticano fue Monseñor, Vicenzo Paglia, quien en el año 2005, comunica al Clero salvadoreño las conclusiones del estudio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que entre sus resoluciones concluyeron que “Monseñor Romero no fue un Obispo revolucionario, sino un hombre de Iglesia, del Evangelio y de los Pobres”.
Es el 3 febrero 2015, que el Papa Francisco autorizó la promulgación del Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que declara a Monseñor Óscar Romero, mártir de la Iglesia y “asesinado por odio a la fe”, declarándolo Beato de la Iglesia.
Last modified: 23/05/2015