El CROAN, ¿Retorno de las bases militares de EEUU a Panamá?

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El Centro Regional de Operaciones Navales (CROAN) es una iniciativa del Comando Sur y operará conjuntamente con una Fuerza Marítima Conjunta-Panamá (FMC-P).

El Centro Regional de Operaciones Navales (CROAN) que operará en Panamá es una modalidad nueva (cerca de 30 años) de base militar estadounidense (Forward Operating Location o FOLS), cuyo fin es combatir el narcotráfico, el crimen organizado y la pesca ilegal, bajo un plan de gobiernos anteriores en Washington.  El CROAN es una iniciativa del Comando Sur y operará conjuntamente con una Fuerza Marítima Conjunta – Panamá (FMC-P).  La iniciativa fortalecerá al Comando Sur, que se ha arrogado ilegalmente la seguridad en la región.

La aprobación del CROAN se hizo bajo un Memorándum de Entendimiento que suscribió el Ministerio de Seguridad de Panamá bajo Juan Pino, con el Encargado de Negocios de Estados Unidos, Steward Tuttle.  Estados Unidos no tiene embajador en Panamá desde hace 4 años.

Como nueva modalidad de base militar (FOL), aun cuando no contemple la presencia física de militares de Estados Unidos, el CROAN riñe con el Artículo 5 del Tratado de Neutralidad, que prohíbe la presencia de fuerzas militares extranjeras en territorio panameño.  La interpretación de este artículo — que no puede atenerse solo a su estricto sentido literal — es que Panamá no debe estar bajo la seguridad ni la tutela de Estados Unidos, con o sin el pretexto del Canal.

Desde la invasión de 1989, Panamá ha estado bajo un conjunto de acuerdos de diversa modalidad (pero acuerdos o tratados, al fin) que ni han sido suscritos por los funcionarios competentes según la Constitución Nacional ni se han publicado, por lo que caen bajo la categoría de acuerdos o tratados secretos, prohibidos por el Derecho Internacional.  Según la Convención de Viena sobre Derecho de Tratados, los acuerdos simplificados deben ser considerados como tratados.

Estos acuerdos, que, para resumirlos, los he llamado “Salas-Becker”, suman posiblemente decenas de acuerdos simplificados, y comprenden, entre otras, Canje de Notas y Memoranda de Entendimientos. 

Bajo la anacrónica pretensión de que éstos no requieren la aprobación de la Asamblea Nacional, ninguno de estos “Salas-Becker” ha sido ratificado según exige la Constitución Nacional. Hasta la Corte Suprema de Justicia de Panamá falló en contra de la demanda de inconstitucionalidad del Acuerdo Complementario Salas-Becker de 2002, presentada precisamente por el entonces presidente de la Asamblea Nacional y actual Secretario General del actual gobiernista, PRD, Miguel González.

El llamado Tratado de Neutralidad ha sido violado hasta el cansancio y lo han anulado en la práctica a través de múltiples “arreglos”,  “acuerdos” y “Memoranda de Entendimiento”, como lo son las “Maniobras Nuevos Horizontes” y las  “Maniobras PANAMAX” de 2003 hasta el presente (sin tratado), en las que participan hasta 30 países de la región, incluyendo la OTAN directamente; el Memorándum de Entendimiento de 18 de agosto de 2020 y el de agosto de 2019, que entregan el monopolio de nuestros recursos naturales a empresas de Estados Unidos.  En las Maniobras PANAMAX, bajo el Comando Sur, el jefe es un general norteamericano, quien designa como coordinadores (sin aprobación de Panamá) a un general colombiano y un almirante de Brasil.

El CROAN comprende, según el Ministerio de Seguridad, el trabajo armónico y de mutua colaboración con Colombia, Estados Unidos y Costa Rica.  La parte operativa estará a cargo de panameños, y se rechaza la posibilidad de que el CROAN se convierta en base militar.

Sin embargo, se aseguró que con este acuerdo “se entrega el control de la información judicial y las operaciones en tierra a los estadounidenses pasando por encima de las instancias que establecen la Constitución y las leyes”.  Asimismo, se afirma que se negociará un acuerdo de intercambio de información entre el Departamento de Defensa y el Minseg.

Steward Tuttle afirmó (La Estrella de Panamá, 25 de febrero de 2021) que “Panamá nos hizo una solicitud de apoyo para capacitación de personal y dotación de equipos valorados en $5 millones, para trabajar juntos en reforzar la seguridad marítima y aérea de Panamá y de toda la región.”

Justamente por estas implicaciones para la Seguridad Nacional de Panamá, el pueblo debe aprobar o rechazar el CROAN. Tienen la palabra el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Asamblea Nacional.

Por: Julio Yao Villalaz. Analista internacional y ex asesor de política exterior.

Ilustración: Luc Descheemaeker

Last modified: 05/03/2021

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