Panamá. ¿De dónde saldrá el dinero para los subsidios?

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Si bien fue el alza incontrolada del precio de la gasolina la chispa que incendio la pradera del descontento popular, lo cierto es que la población estaba reprimiendo muchos más motivos que son los que explican el estallido social que desencadenó la más grande movilización ciudadana de protesta de nuestra historia republicana.

Una canasta básica de alimentos fuertemente impactada por la inflación, y una ciudad capital caracterizada como una de las más caras del mundo, a lo que hay que agregar el escandaloso precio de los medicamentos que, gracias al desabastecimiento de la CSS, le garantizan al oligopolio de distribuidores farmacéuticos un negocio agregado que se calcula en unos 400 millones de
balboas al año. Se añade a ese explosivo cóctel social una tarifa eléctrica considerada entre las más caras del continente.

El agobiante desempleo, la corrupción y el descarado incumplimiento de la inversión del 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en el sistema educativo a que obliga la ley, urgido por el grave deterioro de la infraestructura escolar, dieron por resultado el tsunami de la movilización popular que arrasó con la tradicional resistencia gubernamental a sentarse y discutir con la dirigencia social, cara a cara, los graves problemas y padecimientos de la inmensa mayoría de la población.

Así nació la Mesa Única del Diálogo, integrada por una amplia representación gubernamental, y por dos grandes organizaciones populares, la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo) y la Alianza Pueblo Unido por la Vida, a los que se únió una representación significativa del Bastión de Lucha del Oriente Chiricano y del Pueblo Ngöbe Bugle y Campesinos.

Sentar en la mesa al poder ejecutivo, con la fuerza que les imprimía a los negociadores populares la movilización que los había elevado hasta la Mesa Única del Diálogo, arrojó inmediatos resultados que han aliviado coyunturalmente, cuando se han cumplido, la condición de extremo empobrecimiento de la población.

Se logró un subsidio del combustible llevando el galón a $3.25, un subsidio del 20% al precio de mercado de una serie de productos agrícolas de consumo, con la finalidad de no afectar al productor nacional; la eliminación del impuesto de introducción de otros productos alimenticios de la canasta básica y de limpieza personal. También se obtuvo, pese a la enorme resistencia gubernamental, una rebaja no inferior al 30% en el precio de los medicamentos, la cual aún no se ha podido aplicar en razón de las mentiras e incompetencias del gobierno, cuya única explicación se encuentra en su negativa a romper definitivamente con el oligopolio existentes en la distribución de medicamentos.

¿De dónde saldrán los dineros para financiar los subsidios?

Cabe señalar que tales subsidios son temporales, a lo sumo seis meses, y que por lo tanto no son una solución de la crisis sino un aplazamiento de la misma; y lo más importante es que a la población no se le ha explicado cómo se financiaran dichos subsidios. Y este es un tema central cuya explicación ha caído en el hoyo oscuro del misterio.

Solo hay dos maneras de financiar dichos subsidios multimillonarios: o se financian a tavés de un crédito internacional que incrementará la abultadísima deuda externa que tenemos, y que por cierto tendremos que pagar todos los panameños reduciendo la partida de inversión en escuelas, hospitales, y demás servicios públicos, para poder cumplir con esa deuda externa (capital más intereses). En otras palabras, lo que te doy hoy te lo quito mañana, pero con
intereses.

O sin solicitar créditos internacionales, se tendrán que reducir directamente las partidas de inversión social del presupuesto nacional. Dicho de otra forma, lo que te doy hoy te lo reduzco mañana en la inversión de escuelas para tus hijos, o de hospitales para cuando te enfermes.

Dichos subsidios son un acto de magia con el que se engaña al pueblo, pues no se han atacado las raíces de los problemas que nos aquejan y que han transformado al país en un polvorín.

El precio de la gasolina se reduce creando de forma inmediata la EmpresaNacional de Hidrocarburos.
La lucha frontal contra la corrupción permitiría recuperar:

  • Al menos 100 millones de balboas del presupuesto de la corrupta
    Asamblea Nacional.
  • 80 millones de balboas de las consultorías reconocidas por el MEF y
    cuyas empresas beneficiarias se desconocen.
  • El gasto multimillonario de la propaganda gubernamental.
  •  Los 3,000 millones de balboas de evasión fiscal que reconoce el Director de la Dirección General de Ingresos, reformando el Código Penal para establecer en 50 mil balboas la cifra de evasión fiscal en la que se incurriría en pena de 5 años de prisión.

Lo anteriormente señalado no sería un acto de magia engañoso que nadaresuelve. Sería lo que habría que exigirle al gobierno para financiar los subsidios establecidos.


6 de septiembre de 2022 Año XVII N°264

Movimiento Democrático Popular.

Last modified: 10/09/2022

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