Colombia. Resguardo de Maguí: organización y resistencia en medio de la violencia

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Gancho: El Resguardo de Maguí, del pueblo Awá, en el departamento de Nariño da ejemplo de organización, valentía y resistencia ante la violencia que no cesa.

Fotos: Diego Chingal

Por: J. Fernanda Sánchez Jaramillo, animal humano, mujer sentipensante. Comunicadora social y periodista, abogada, magister en relaciones internacionales, candidata a doctora en derecho. @Fresearchs

Días antes de la realización de este reportaje tres líderes Awá fueron asesinados en el departamento de Nariño mientras las autoridades colombianas demuestran su incapacidad, e indiferencia, ante una situación que se asemeja a un genocidio como lo ha manifestado la Organización Nacional  Indígena de Colombia (ONIC). 

En el año 2019, la Justicia Especial para la Paz (JEP) declaró a los Awá y su tierra como víctimas por las victimizaciones sufridas entre los años 1990-2016, pero antes y después de esos años la violencia ha sido la constante en la vida de este pueblo. Los gobiernos se suceden unos a otros sin que Las autoridades hayan frenado la violencia que amenaza la pervivencia de este pueblo ancestral binacional, ubicado en Colombia y Ecuador. 

Pese a ello, los Awá del Resguardo de Maguí son ejemplo de resistencia pacífica. Por medio de la organización y servicio a la comunidad buscan contrarrestar las adversidades económicas y sociales que desarmonizan su lugar de origen.  Silvio Hernández, líder Awá, expresa que el propósito es reconstruir el tejido social roto. 

Para lograrlo, explica, han vuelto su mirada a las enseñas de los antepasados para quienes la defensa de la tierra era fundamental; además, promueven la producción propia: “Creemos que es el mecanismo idóneo porque hemos perdido con la guerra nuestras semillas nativas, nuestras chagras productivas y eso nos ha fracturado demasiado”, añade Hernández.

El Gobernador, autoridad ancestral, Campo Elías admite que el reto más grande como líder es contribuir a la protección del territorio, luchar por el bienestar de su gente y, paralelamente, velar por que sus expresiones culturales: danza, música, medicina, creencias no mueran en medio de las balas.

En la defensa de su comunidad, la guardia indígena cumple un papel trascendental. La de Maguí está compuesta por hombres y mujeres de diferentes edades, que voluntariamente y utilizando solo “el bastón y el diálogo”, como expresa Campo Elías, defienden su lugar.

A Mauricio Nastacuas, comunero Awá le tocó salir de su casa y vivió 20 años en el exilio en Ecuador, pero regresó. No ha sido difícil, pues como él lo dice debe defenderse solo con sus “usos y costumbres”; sin embargo, volvió porque extrañaba mucho su gente.

“Ahora nuevamente estoy trabajando y colaborando con mi comunidad. Eso lo haré y seguiré luchando, defendiendo y protegiendo. Soy regidor, un regidor participa en las reuniones de las asambleas de adentro y de afuera cuando es comisionado. Y está pendiente de su vereda”, agrega.

También Ever y Fabián desempeñan roles de liderazgo. Ever estudia administración pública con el objetivo de contribuir al desarrollo de su comunidad cuando termine su carrera y es regidor. “Me gusta el trabajo comunitario. Por eso estudio administración pública en el municipio de Ricaurte, los fines de semana: viernes, sábado y domingo. Me motiva a estudiar seguir luchando por mi comunidad para que un día tengamos ese equilibrio, que haya inversión social para que todos podamos ser beneficiados de cualquier tipo de establecimiento público: una escuela, un escenario deportivo adecuado”, indica Ever Nastacuas.

De igual manera, Fabián Nastacuas sueña con unas condiciones mejores para su pueblo. Ha sido regidor, tesorero y guardia indígena. Está convencido de la importancia de ser líder. “Como yo he dicho y he pensado, uno tiene miedo a morir, pero a uno le nace de ese corazón que uno de cualquier manera se va a morir. Pero como dice mi abuelo, antes de morir hay que dejar el camino:  Ese camino se deja a los hijos, los nietos. Ellos tienen que seguir ese camino que nosotros hacemos. Entonces a uno le nace ser líder”, asiente con la mirada serena.

Al esfuerzo de estos comuneros Awá se suma Mónica Cuaspú, una mujer de Cumbal (Nariño) quien llegó a la comunidad hace ocho años. Ella hace parte de la guardia y se preocupa especialmente por el futuro de los más jóvenes para los que quisiera que existiera una sede deportiva donde pasar el tiempo libre.

Mónica se ha ganado la confianza de sus compañeros Awá, a quienes describe como sociables y amables. Es la compañera de Diego Chingal, coordinador de la guardia indígena del resguardo.  Diego es sobreviviente de la violencia que ha azotado su pueblo desde hace años. Reconoce que esos sucesos los siente como si hubieran ocurrido ayer, pero eso no le ha impedido servir a su pueblo, estar pendiente de sus necesidades, estar atentos a los actores que circulan en su territorio, y colaborar para recuperar la armonía del lugar también a través de la mediación en conflictos familiares.

El futuro…

“Hay cosas duras por las que nuestro resguardo ha pasado, pero todavía no se han reparado daños que se han hecho. Ha venido mucha gente a recolectar información, todo lo que ha pasado, pero todavía nada…”, enfatiza Diego.

A pesar de las masacres y la indolencia social y gubernamental. Ellos continúan. Tienen proyectos relacionados con la medicina ancestral y el rescate de toda su cultura, que incluye su idioma: Awapit. Aunque es dura la supervivencia, seguirán resistiendo y cuidando su territorio. “Pero nosotros también pedimos que el Estado colombiano y otras instituciones como la Defensoría del pueblo, la Cruz roja nos ayuden a controlar un poco este conflicto porque los resguardos nos hemos sentido amenazados por grupos (…) que el gobierno haga cumplir las leyes, la constitución y muchos derechos que nos protegen. Quiero que nos ayuden a denunciar a los entes competentes para salvaguardar muestras vidas, porque matan a un líder y queda ese miedo en el corazón y en la familia”, afirma Campo Elías gobernador del Resguardo.

Su petición es apoyada por Ever Nastacuas: “Al país le diría que existimos y que desde los entes territoriales y gubernamentales nos pongan interés en la inversión social, que somos parte de la Nación colombiana. No somos desconocidos y vivimos en los territorios de Colombia”.

Last modified: 25/07/2022

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