Written by Por: Gisell Calderón
El país se sume en una polarización que no es efecto de hechos coyunturales, sino estructurales que han caminado durante la conformación del Estado. Las formas de gobernar no han dado respuesta a la emergencia social que se hizo sentir en el 2019, activando su descontento y su molestia después de un largo tiempo de paciencia histórica.
Al mismo tiempo, medios de comunicación con un contenido selectivo y dirigido que muestran el calentamiento de las calles, muestran al bueno, al malo, y al feo, y a la vez, tratan de capturar la atención del ciudadano hasta sumergirlo en una indignación contra el desafortunado.
La vieja política de paquetazos económicos, ha venido de la mano de múltiples actores, con el neoliberalismo, y con el postneoliberalismo, pensada y actuada a su estilo, meditada estratégicamente a largo alcance, o a veces más rápida como en esta ocasión. De todas maneras, infundieron desaliento, división, temor, y exclusión.
Esto ya tuvo visos de problemas, el aumento del extractivismo, crisis de inseguridad, desabastecimiento de hospitales, y crisis de gobernabilidad donde incluso un legislativo no perdió la dirección, ni la agenda social, lo que sucede es que nunca lo tuvo, aumentando así la percepción ciudadana de que todo es lo mismo.
Esta madre nación no parece emparejar con los llamados hij@s de la patria, o ellos no la aman y respetan, será que se olvidaron de su deber ciudadano que nace en las bases de una organización social, y donde se aprende que los principios no son negociables. No pretendo tener la razón, ni pretendo cuestionarlo todo, lo cierto es que no es aceptable la indiferencia política, ni la inequidad;
No es posible que se pretenda aliviar el dolor con asistencialismos, cuando la ciudadanía exige atención integral; no es posible detener a una resistencia con el peso del poder y la coerción.
Apelo al diálogo, sí, pero con un Estado e incluso con los representantes del mercado capaces de revisar sus antiguos mecanismos, y darle al pueblo lo que es del pueblo, sin que esto se constituya en un paternalismo, sino que represente una acción de justicia histórica.
Ojalá no sea tarde.
Ilustración: Vilmatraca
Last modified: 20/06/2022
